viernes, 12 de diciembre de 2008
El cirujano del amor!
El cirujano del amor…
Ágil bestia que traspaso mi piel, dudoso de algún remedio de aventuro a descubrir mi cuerpo.
El cirujano del amor…
Siempre quiso hacerlo, así no supiera de mi existencia; mantuvo su esperanza creciente como la luna, regándola a diario con aguas estancadas que con detalles brindados a rubias ninfas consiguió gustoso.
¡Cirujano!
El más grande. Fue él quien sembró sentimiento y emoción en los rincones. Concibió con aceptación sagaz abrazar su techo como si fuese suave corcel agonizante.
Cirujano pagano.
Hoy maldito por las pitias; coronado como el más infiel y poco hombre. Arrullado por crudos sonetos, infames y fastidiosos. Él sigue allí, contemplando el recitar de los canarios activos y siempre vigorosos. Tal vez son su espíritu de fuerza y gloria.
¡Cirujano!
El aliento te falta, las palabras se te han cansado; necesitas un suspiro que no sea errado; una canción con rústicos detalles y llena de ángeles que conforman una banda. Tal vez no la mejor, pero él; con escuchar la voz del viento.
¡Cirujano!
Casi pasas tu túnel.
Son tantas luces de colores pálidos, son tantas trochas que quisiera ser mil en uno. Quisiera probar del árbol del Edén; ser puesto en manos de Dios.
“cirujano has cumplido”
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