Busca en tu alma el verdadero motivo para cantar, gánale al orgullo y besa tus sentimientos; jugando con las rosas que bifurcan tu vida, recorriendo caminos serpentinos y amarrando los miedos a viejos robles.
El cielo se pone de un gris furioso, las gaviotas tratan de calmar su dolor, pero solo consiguen la furia total. Este es el momento de correr, tomando nuestras manos como queriendo unir dos huellas, mojando las dudas como suaves sedas que se desvanecen entre el lodo y pisándolas con firmes pasos que nos hacen desnudar las miradas para hacer y saber lo que sentimos.
Solo vivir los dos entre cenizas de pasados oscuros, llorar junto al alba, abrazando las nubes que serán nuestro consuelo.
El cielo esta escaso de amor, y en la penumbra tu nombre se pronuncia sutilmente; cargando pausadamente los fundamentos inclinados en paredes de cemento que lloran como infantes queriendo ser cargados.
"El sueño se me fue de viaje, y en la noche virgen solo guardo tu imagen en el portal de mi mente".
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